
Su origen es etrusco, aunque su institución se atribuyó al rey Numa.
Los augures eran inamovibles, y tenían gran influencia en casi todas las decisiones importantes , ya fueran políticas como militares o económicas. Su corporación constituía uno de los cuatro prestigiosos colegios sacerdotales de la Antigua Roma.
De este oficio deriva la palabra castellana augurio y la forma de despedir en euskera agur.
"Si no van a comer, dadles de beber"
Como es decía, las grandes decisiones estaban sujetas en muchas ocasiones al dictamen de las aves que, inconscientes de su capacidad adivinatoria, simplemente campaban a sus anchas, y claro, esto a veces, causaba algún inconveniente... Desconozco la fuente ni el texto original, pero circula una anécdota que dice así:
Estando Publio Claudio para dar un combate naval en la primera Guerra Púnica, consultó, por seguir la costumbre, los agoreros; pero diciéndole uno, que los pollos que estaban en custodia para aquel género de adivinación, llamada Auspicio, no querían salir a comer, los mandó echar al mar, diciendo: Pues ya que no quieren comer, que beban.... evidentemente, perdió la batalla.
La nueva forma de entender la historia
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