Sabido es que los cajeros automáticos ofrecen la posibilidad de elegir el idioma en que queremos que aparezcan los diferentes menús y mensajes. Podemos escoger el castellano, el inglés o el francés, entre otros; pero entre estos otros… ¿a quién se le ocurriría pensar que pudiera optarse por el latín?
¿Existe, pues, un cajero automático que se comunique en latín con el usuario? ¿Y dónde se puede encontrar tan curioso aparato?
El Instituto para las Obras de Religión (IOR) —popularmente conocido como el banco del Papa— tiene su sede a poca distancia de la Puerta de Santa Ana de la Ciudad del Vaticano, frente a la que cada día pasan millares de turistas. En los muros del IOR hay un cajero automático que ofrece los siguientes idiomas para comunicarse con el usuario: italiano, francés, castellano, alemán, inglés y… ¡latín!
En la pantalla inicial se nos invita a introducir la tarjeta para saber que se quiere hacer, con el mensaje Inserito scidulam quaeso ut faciundam cognoscas rationem. Una vez introducida se ofrecen diferentes opciones, entre las que destacan:
- Deductio ex pecunia para sacar dinero en efectivo.
- Rationum aexequatio para conocer el saldo.
- Negotium argentarium para obtener un listado de los movimientos de la cuenta.
- Al final nos recuerda que recuperemos la tarjeta con el mensaje Retrahe scidulam depositam.
El latín será una lengua muerta (oficial en la Ciudad del Vaticano), pero nadie le puede negar cierta modernidad. Ya no queda limitado a las encíclicas, ahora se usa hasta en los cajeros automáticos.
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Cómo mola.
ResponderEliminarsí que mola.
ResponderEliminarqueda decir cómo se escribe "cajero automático" en latín.