Historia Clásica ha superado hoy por vez primera la cifra de 10.000 suscriptores al RSS. Esta es para mí una fecha mítica y largamente deseada, que se merece un alto en el camino y un post especial. Dejadme hoy qye filosofe un poco... Han pasado 5 años desde que inaugurara el blog. 5 años que, igual no lo percibimos hoy, pero han supuesto un cambio en el mundo tal y como lo conocemos. Nos hallamos inmersos en una crisis profunda, no sólo económica, sino de valores, cuyos efectos vivirán nuestros hijos y seguramente nuestros nietos. Hay para mí 5 cambios que son especialmente significativos:
De países emergentes a países emergidos
China, India, Brasil, ya no son aquellos países a los que mirábamos por encima del hombro en las conferencias del G20. Son los rescatadores de esta crisis. Las maltrechas economías occidentales han acudido en busca del ahorro chino, imprescindible para financiar el enorme déficit europeo y americano. Empresas indias y chinas se han introducido lenta pero irreversiblemente en el capital de nuestras empresas. Africa es ya un protectorado económico chino... y esto no ha hecho más que empezar.
Escasez de materias primas y la guerra de la energía
China, India, Brasil, economías enormes creciendo a doble dígito. La presión que esto introducirá en la demanda de materias primas y energía, y en la fijación de precios va a ser insostenible... especialmente en un escenario de precios al alza... volvemos al punto anterior: Aquellas economías más endebles (¿España?), tendrán un acceso peor y más caro a petróleo, gas, etc... A nivel global esto introducirá inestabilidad y fricciones entre las primeras potencias, deseosas de asegurarse suministros cada vez más escasos.
La soberanía nacional, aún más limitada
Lo estamos viendo estos días. Las economías más solventes de Europa, Alemania y Francia, están llamando a capítulo a las más desordenadas de la Unión. Comienza a circular la doctrina de que para recibir ayudas, básicamente alemanas, los países receptores de las mismas deberán gestionar sus economías al estilo (o dictado) de Alemania... la disciplina salarial, la competitividad como pilares básicos de la economía... el gasto social subsidiario del equilibrio presupuestario...
Hoy en día las guerras no se libran ya en el campo de batalla, sino en los mercados, comerciales y financieros. Por esto mismo, tiene gracia que, sólo 1 año después de que Alemania acabe de pagar las reparaciones de la I Guerra Mundial, y 65 de ser irremisiblemente vencida en la II, Alemania imponga su criterio económico al resto de Europa. Al final, Alemania gana... y esto no es forzosamente malo.
De la hamburguesa al arroz 3 delicias
En el s. XVIII fuimos afrancesados. En el XIX, anglófilos. El XX ha sido marcadamente americanizante. El XXI será un siglo en que inevitablemente el mandarín se enseñará en las escuelas como segundo idioma, en que las grandes producciones cinematográficas vendrán de Pekín, y las pequeñas de Bollywood. La cultura occidental, con sus valores y sus principios, verá como se le inoculan de forma lenta e imperceptible al ojo inexperto valores propios del confucianismo, del budismo
Una Europa en cuestión
Dividida. Poco cohesionada. Con dinámicas económicas totalmente divergentes. Una periferia en cuestión y un motor central, Alemania, que duda entre centrarse en sus propios intereses o asumir una posición de liderazgo. Socialmente inestable. Culturalmente anquilosada. Sumida en la molicie frente al vigor asiatico.
Por todo ello, sinceramente creo que nos encontramos ante un gradual proceso de declive. Algo que resultará difícil de apreciar en el plazo de unos meses o unos años, pero que claramente será estudiado el siglo que viene como el ocaso de la civilización occidental.
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