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30.4.10

Pobres troyanos...

... que no sólo perdieron la guerra sino que a los 3000 años se convirtieron en virus informáticos...

¿De hecho, más que llamar Troyano a un virus informático que se aloja camuflado en tu ordenador,
no sería más correcto llamarle griego??

PS: Reflexiones de alguien que un Viernes por la tarde quiere irse a casa...


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27.4.10

Approbaturi te salutant

Divertida historia vista en un buen blog...
Os voy a contar la historia de cuando con cinco compañeros de clase le dejé una nota en latín a una profesora. Una de esas frikadas que surgen, que contribuyen a que tu vida sea por un lado más triste porque fue lo más divertido que hiciste esa semana, y por otro más molona porque te unió a tus compañeros.
El segundo viernes después del último examen del primer cuatrimestre, estábamos esperando las últimas notas que nos faltaban por saber de una asignatura, que se llamaba Historia y Civilización clásicas en sus textos II (romanas); es decir, Latín V, pa entendernos. La profesora nos dijo que colgaría las notas a lo largo de la mañana, así que decidimos ir a mirarlas al salir de la última clase, a las 14. He de decir que sabíamos que estábamos aprobados porque todos habíamos ido a revisiones y sabíamos las notas de nuestros exámenes, pero no la nota final de la asignatura. Cuando salimos y no las vimos, nos acercamos a su despacho y nos encontramos un post-it en la puerta que rezaba algo así como:
Todavía no tengo vuestras notas. Puedo ponerlas el lunes o mandarlas por correo electrónico. Decidme qué preferís.
Como teníamos que responderle, decidimos dejarle una nota al lado de la suya. Aquí es cuando empieza a desvariar la cosa, en parte porque no era como con otras notas, no estábamos nerviosos por si habíamos suspendido:
- Bueno ¿qué le ponemos?
- Las preferimos por correo electrónico ¿no?
- Sí, sí.
- Que lo escriba alguien que tenga buena letra.
- Deberíamos escribirlo en plan guay.
- Es una oración corta y fácil. ¡Deberíamos escribirlo en latín!
- ¡¡¡Deberíamos escribirlo en dísticos elegiacos!!!
Bueno, a tanto no llegamos, afortunadamente. Porque lo divertido de la historia es que seis alumnos de 3º de Filología Clásica tardaron media hora en escribir cuatro líneas en latín. No llevábamos un puto diccionario de latín encima, y sin diccionario… no somos nada.
- Muy bien, ¿cómo dices “correos electrónicos” en latín?
- ¡Electronicae epistulae!
- Pero tendrá que ser en acusativo: ¡electronicas epistulas!
- ¿Y “preferir”? No sabemos.
- Pues ponemos “queremos”: velimus.
- ¿Velimus o volemus?
- ¿Volo no es de la tercera?
- ¿Pero qué más da que esté un poco mal?
- Joder, que si lo ponemos mal nos suspende por no saber escribir bien esta gilipollez xD
- ¿Qué hacéis?
- Oye, ¿tú sabes cómo se dice “queremos” en latín?
- Me voy a casa.
- ¡Noooooo!
La desesperación llegó a tal grado que un compañero terminó llamando a su madre para que lo buscara en el diccionario que tenía en casa. Y todo esto a gritos en el pasillo de los despachos de los profesores.
- Espero que no haya nadie oyendo que no sabemos decir “queremos” en latín.
- Estarán todos comiendo.
- Seguro que nos están escuchando y están riéndose de nosotros.
- Yo creo que todo lo que nosotros cotilleamos sobre ellos, ellos lo cotillean de nosotros, o más…
Finalmente fuimos capaces de construir la frase e incluso de adornarla.
- Deberíamos empezar con “Querida Carmen”. ¿Cómo se dice “querida”?
- μακάριε.
- Eso es griego.
- Ya xD
- Podemos empezar con Ave Carmen, morituri te salutant.
- ¡Sí sí sí!
- ¡No no no! Approbari te salutant.
- ¿Seguro que approbo significa lo mismo en latín que en castellano? ¿No será para decir “aprobar decretos” y cosas así?
- Que sí, que sí.
- Venga, dictadme.
- Ave Carmen, approbari te salutant.
- ¡Un momento! No es approbari, ¡es approbaturi! Porque es morituri te salutant, no moriri.
- Jodeeeeeeeeer…
- No te preocupes, mira, esa erre la conviertes en una te y la i en una u y ni se nota.
- Y ahora tibi gratia damus ¿no? ¿Damus? ¿Damus?
- ¡Agimus!
- Tibi gratia ago… sí, es verdad, es agimus.
- ¡Pero tío!
- ¿Qué pasa ahora?
- ¡Que los romanos no escribían en minúsculas!
- Vete a la mierda.
- ¡Ni separaban las palabras! ¡Ni escribían con boli!
- ¡Vete a la mierda!
Si no recuerdo mal, el texto quedó así:
Ave Carmen, approbaturi te salutant.
Per electronicas epistulas te iudicia mittere nobis volumus.
Tibi gratia agimus.
Hola Carmen, los que van a aprobar te saludan.
Queremos que nos envíes las notas por correo electrónico.
Gracias.
Sí, para eso media hora. Pero una media hora muy divertida.




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26.4.10

¡Somos Neandertales!!

Todavía no me he recuperado del shock que me ha supuesto esta noticia... os adjunto la traducción/ resumen que yo mismo he realizado y os la comento al final:


Análisis genéticos confirman que los Neandertales pudieron haber hibridado con los Homo Sapiens

Exámenes detallados del ADN de 1983 personas de alrededor del planeta sugieren que especies humanas extintas, como la Homo neanderthalensis o la Homo heidelbergensis, hibridaron con nuestros ancestros al menos en dos grandes momentos, y parte de su estructura genética persiste aún hoy en día. Esta investigación fue realizada por un grupo de genetistas y antropólogos de la Universidad de Nuevo Méjico, EEUU. Su director, Jeffrey Long, afirmó que este descubrimiento implica que los Neanderthales no desaparecieron completamente, sino "que todavía queda un poco de ellos en casi todos los humanos".
Los sujetos del estudio pertenecen a 99 grupos de población de América, Oceanía, Europa, Asia y Africa, y los científicos analizaron 600 posiciones de su genoma. La doctorando Sarah Joyce desarrolló un árbol evolutivo que explicase las variaciones genéticas observadas. Los resultados, presentadois en la Jornada anual de la American Association of Physical Anthropologists in Albuquerque, New Mexico, fueron inesperados: Nuestros ancestros humanos y las especias extintas hibridaron en sendos momentos tras la salida del Homo Sapiens de Africa: La primera ocasión hace alrededor de 60.000 años en algún punto del Mediterráneo, y la segunda, en el Este de Asia hace 45.000. Este equipo de trabajo no encontró evidencias de hibridación en las muestras de ADN de poblaciones africanas modernas.
Estos datos sugieren que tras los primeros contactos entre ambas especies, las poblaciones resultantes migraron desde el Mediterráneo a Europa, Asia y Norte América. El segundo período de hibridación supuso nuevos cambios genéticos en las poblaciones que más tarde migraron a Oceanía.

Más detalle en: Nature y en Physorg
Vayamos por partes:
  • Esta noticia tan sólo apunta una vía de investigación, a la que entiendo todavía le falta mucho camino por recorrer. No me queda claro como llegan a la conclusión de que los aportes genéticos son de Neandertales. Es más, ni tan siquiera se ha llegado a secuenciar el ADN de un Neandertal, con lo que no veo contra qué comparan las muestras de Sapiens.
  • Sin embargo, el hecho de que aparezca ya publicado en la revista Nature, ya le otorga un cierto rigor y seriedad al tema. Aparte de esto, en el trozo del artículo que no os he traducido aluden a que colegas del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology de Leipzig, Alemania, vienen a confirmar la bondad de las tesis de este estudio.
  • Lo cual, sólo nos deja una opción... esperar. Esperar a que se acabe de confirmar lo que hasta ahora sólo era una hipótesis descabellada: Que los Homo Sapiens somos todavía en parte Neandertales.



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25.4.10

El descubrimiento del Laoconte


Se iniciaba el s. XVI y toda Roma era un hervidero artístico y cultural. El resurgimiento del antiguo esplendor romano era parte central de la nueva forma de ver el Mundo: Nos hallamos en pleno Renacimiento italiano.

Fue en este marco en que sucedió un hecho realmente destacable: El 14 de Enero de 1506 un campesino llamado Felice De Fredis se topó con 9 fragmentos de una estatua de mármol, mientras labraba sus viñedos en la colina del Esquilino. Estos hechos pronto llegaron a oídos del Papa Julio II quien rápidamente envió a su arquitecto Giuliano da Sangallo (quizás acompañado de Miguel Angel) a inspeccionar el nuevo descubrimiento.

Aunque no era raro que el suelo romano expulsara de vez en cuando restos de tiempos pasados, desde el principio fue obvio que no se trataba de un hallazgo cualquiera. Para sorpresa de todos, quedó claro que aquel conjunto de miembros y torsos de blanquísima piedra pertenecía a uno de los grupos escultóricos más célebres de la historia: El Laoconte, una escultura que había pertenecido al mismísimo emperador Tito. ¿Cómo podía una estatua ser tan famosa, incluso para los humanistas del Renacimiento italiano, que la contemplaban maravillados 1500 años después que lo hiciera el verdugo de Jerusalén? La razón es simple, si nos atenemos a lo que el mismo Cayo Plinio Segundo dijo de ella en el s. I dC, en el libro XXXVI de su Historia Natural:

"…el Laoconte, visible en el Palacio del Emperador Tito, es una obra preferible a todo lo que las artes de la pintura y la escultura han producido jamás"

El hallazo del Laoconte fue un sueño hecho realidad para los artistas y mecenas del Renacimiento, ansiosos por devolverle a Roma su antigua gloria.Así pues, para Marzo de 1506, el Papa Julio II ya había conseguido que el Laoconte pasara a engrosar su ya extensa colección de antigüedades, y en Julio la hizo transportar, como si se tratara de un antiguo desfile triunfal, por las calles de Roma. Las multitudes se agolpaban a banda y banda de las calles, y a su paso cubrían al Laoconte de pétalos de flores mientras el Coro de la Capilla Sixtina entonaba himnos solemnes. La procesión finalizó con la entrada de la escultura en el Cortile del Belvedere, el patio que Bramante diseñó para los Palacios Vaticanos... sin lugar a dudas, una celebración a la altura del hallazgo del siglo.


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23.4.10

Feliz dia de Sant Jordi a todos


Rosa, originally uploaded by Ramiro Sánchez-Crespo.

Como ya sabeis, en Catalunya celebramos el día de Sant Jordi de una forma que considero inmejorable: Los hombres regalan rosas a las mujeres, y las mujeres corresponden regalando un libro.

Para que os hagais una idea de la magnitud de la celebración, en el día de hoy las editoriales realizan el 10-15% de su facturación anual, y se calcula que se venderán entre 6 y 10 millones de rosas...

... aprovecho para lanzaros una idea: Me estoy planteando hacer un eBook con los mejores artículos de los 4 años de vida del blog... un extracto de aquellos posts más leídos y más comentados, junto con fotografías seleccionadas de mi colección particular.

¿Qué os parece la idea? Os agradeceré que me deis vuestra opinión al respecto, ya que (aunque nunca lo he hecho) tiene pinta de ser trabajoso, y preferiría saber si os interesa o no...





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21.4.10

Con vosotros... Leonardo Da Vinci

Vayamos por partes: Lo que sigue no es ciencia. No es tampoco el resultado de una investigación sistematizada, ni fruto de la observación de sesudos prohombres del panteón universitario...

... sin embargo, es tremendamente verosímil... no os digo más.

Pulsa aquí para ver correctamente el video



Siegfried Woldhek es un dibujante holandés con una extensa carrera a sus espaldas, por lo que podemos suponer que de retratismo sabe un rato...

Descubierto vía La Brújula Verde


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20.4.10

Deificando a emperadores difuntos...


_4180210, originally uploaded by Marco Cocceio Nerva.

Ser emperador en la antigua Roma comportaba múltiples honores, no sólo en vida. A su muerte, los césares eran deificados siguiendo un estricto protocolo, que Herodiano nos describe en su Historia del Imperio Romano después de Marco Aurelio, una obra centrada en el mismo período plagado de transformaciones durante el cual desarrolló su existencia, desde la muerte de Marco Aurelio en 180 hasta la subida al trono de Gordiano III en 238.Con motivo de la llegada a Roma de los restos mortales de Septimio Severo, Herodiano explica detalladamente la ceremonia durante la cual cada uno de los emperadores romanos era deificado en el Campo de Marte en una celebración presidida por su sucesor.
Es costumbre entre los romanos deificar a los emperadores que han muerto, dejando a sus hijos como sucesores. Esta ceremonia recibe el nombre de apoteosis. Por toda la ciudad aparecen muestras de luto en combinación con fiestas y ceremonias religiosas. Entierran el cuerpo del emperador muerto al modo del resto de los hombres, aunque con un funeral fastuoso. Pero luego modelan una imagen de cera, enteramente igual al muerto y la colocan sobre un enorme lecho de marfil cubierto con ropas doradas, que es expuesto en alto en el atrio de palacio. La imagen refleja la palidez de un hombre enfermo. El lecho está rodeado de gente la mayor parte del día. El senado en pleno se sitúa en el lado izquierdo, vestidos con mantos negros; en el derecho están todas las mujeres a quienes la dignidad de sus maridos o padres hace partícipes de este alto honor. Ninguna de ellas lleva oro ni luce collares, sino que, vestidas de blanco y sin adornos, ofrecen una imagen de dolor. Esta ceremonia se cumple durante siete días. Cada día los médicos acuden y se acercan al lecho, simulando que examinan al enfermo, y cada día anuncian que va peor. Luego, cuando ven que ha muerto, los miembros más nobles del orden ecuestre y jóvenes escogidos del orden senatorial levantan el lecho, lo llevan por la Vía Sacra, y lo exponen en el foro antiguo, en el sitio donde los magistrados romanos renuncian a sus cargos. A ambos lados se levantan unos estrados dispuestos en gradas; en un lado se encuentra un coro de niños de familias nobles y patricias, y en el opuesto hay uno de mujeres de elevado rango. Cada coro entona himnos y cantos en honor del muerto, interpretados en un ritmo solemne y lamentoso. A continuación vuelven a levantar en andas el fúnebre lecho y lo llevan fuera de la ciudad, al Campo de Marte, donde han erigido, en el lugar más abierto, una construcción cuadrada sin otro material que enormes maderos ensamblados en un armazón a modo de casa. En su interior está completamente llena de leña, y por fuera está decorada con tapices tejidos en oro, estatuillas de marfil y pinturas diversas. Sobre este cuerpo se levanta otro, semejante en forma y decoración, pero más pequeño y con ventanas y puertas abiertas. Luego hay, un tercero y un cuarto, siempre el de encima menor que el de debajo hasta que se llega al último, el más pequeño de todos. La forma de esta construcción es comparable a las torres de luces que hay en los puertos, cuyo fuego orienta de noche las naves hacia fondeaderos seguros; son las torres normalmente conocidas con el nombre de faros. Suben luego el féretro y lo colocan en el segundo compartimento. Esparcen entonces todo tipo de inciensos y perfumes de la tierra y vuelcan montones de frutos, hierbas y jugos aromáticos. No es posible encontrar ningún pueblo ni ciudad ni particular de cierta alcurnia y categoría que no envíe con afán de distinguirse estos dones postreros en honor del emperador. Cuando se ha apilado un enorme montón de productos aromáticos y todo el lugar se ha llenado de perfumes, tiene lugar una cabalgata en torno de la pira, y todo el orden ecuestre cabalga en círculo, en una formación que evoluciona siguiendo el ritmo de una danza pírrica. También giran unos carros en una formación semejante, con sus aurigas vestidos con togas bordadas en púrpura. En los carros van imágenes con las mascaras de ilustres generales y emperadores romanos. Cumplidas estas ceremonias, el sucesor del imperio coge una antorcha y la aplica a la torre, y los restantes encienden el fuego por todo el derredor de la pira. El fuego prende fácilmente y todo arde sin dificultad por la gran cantidad de leña y de productos aromáticos acumulados. Luego, desde el más pequeño y último de los pisos, como desde una almena, un águila es soltada para que se remonte hacia el cielo con el fuego. Los romanos creen que lleva el alma del emperador desde la tierra hasta el cielo. Y a partir de esta ceremonia es venerado con el resto de los dioses.

Disponible en la Biblioteca Clásica Gredos.

Artículos relacionados: La muerte en la Antigüedad


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19.4.10

¿Qué es HistoriaClásica.com?

... a veces un video vale más que 100 imágenes, o lo que sería lo mismo, 10.000 palabras...



Si quieres saber como he hecho este curioso video en menos de 5 minutos, sólo tienes que descubrir el Google Search Stories Video Creator.


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18.4.10

Los 10 sitios arqueológicos más visitados de Grecia

Fuente: AFP

1. Athens Acropolis 1,087,889 visitors +1.6%
2. Knossos (Crete) 588,996 -3.5%
3. Lindos Acropolis 444,921 -2.5%
4. Olympia (Peloponnese) 328,697 -7.6%
5. Epidaurus (Peloponnese) 263,000 -9.3%
6. Mycenae (Peloponnese) 238,615 -17.6%
7. Delphi (central Greece) 157,270 -23.6%
8. Sounion (Attica) 144,101 -6%
9. Camiros (Rhodes) 126,400 -1.9%
10. Corinth (Peloponnese) 113,602 -3.8%





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Referentes...





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17.4.10

Myrtis

Esta es una de esas noticias que te hacen exclamar "¿y qué?!??"... más que nada por que su aportación al conocimiento histórico es bastante limitada... pero bueno, así sabemos qué cara debía tener esta infortunada chica... la noticia la traía hoy El Mundo.es

Myrtis, una niña del siglo V AC


El profesor de ortodoncia Manolis Papagrigorakis ha conseguido, con ayuda de científicos suecos, recrear los rasgos de una niña de 11 años que vivió y murió en la Antigua Atenas durante el siglo V AC.

Los huesos de 'Myrtis', que falleció víctima de una plaga que también mató al político Pericles y a un tercio de la población en aquella época, fueron descubiertos entre 1994-95, en una tumba colectiva junto a otros 150 cuerpos y como su cráneo estaba en excelentes condiciones. El busto se expone en el Museo Nacional de Historia Natural Goulandris en Atenas.





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16.4.10

Utilidades básicas del Ipad


... este debe ser uno de los primeros iPads que llegan a España, y no me he podido resistir a probar alguna de sus capacidades, como acceder a blogs de referencia...

... así que ya sabeis, si alguno de vosotros consigue uno, que sepais que Historia Clásica se lee perfectamente en el iPad!!




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15.4.10

Restauración del Coliseo patrocinada por ...

Así de primeras, suena extraño que el Alcalde de Roma busque financiación privada para restaurar un monumento como el Coliseo, que sólo con los ingresos turísticos debería más que autofinanciarse. Supongo que es época de vacas flacas y turistas tiesos de fondos, y Gianni Alemanno ha apelado a la iniciativa privada para paliar la relativa aridez de las arcas públicas.

En el fondo tampoco debería extrañarnos; hoy en día no resulta raro ver iglesias y catedrales, monumentos y enclaves turísticos con vistosos carteles anunciado el patrocinio de tal o cual empresa privada. Que el Coliseo necesite este tipo de soporte es tan sólo un caso extremo, el de uno de los monumentos icónicos de la cultura mundial, con un volumen astronómico de visitantes que pagan religiosamente su entrada, y que aún y así necesita de benefactores privados para seguir subsistiendo durante los próximos 2000 años...

...a continuación os dejo con la noticia original de El país:

Roma busca 23 millones de euros para restaurar el Coliseo

El alcalde de Roma, Gianni Alemanno , ha anunciado un plan para la restauración del Coliseo, uno de los monumentos históricos más importantes de la ciudad, que costará 23 millones de euros. Con el fin de "limpiar el rostro" del anfiteatro Flavio, más conocido como el Coliseo, el alcalde de la Ciudad Eterna busca a empresarios para participar en esta iniciativa, que prevé "un reparto" de las zonas a restaurar entre un grupo de patrocinadores.

El proyecto supondrá la limpieza de la fachada norte -cinco millones de euros-, la extensión sur -3,5 millones- las galerías -7 millones- y los hipogeos (galerías subterráneas) -4,5 millones-, además de la revisión de la seguridad de las instalaciones -1 millón de euros-. Los medios italianos recogen hoy este proyecto anunciado por Alemanno durante un viaje con escolares italianos a la memoria de Hiroshima, en Japón, en el que también ha promocionado el festival de Cine de Roma, que tendrá una sección dedicada a este país, así como la candidatura olímpica de la ciudad para los juegos de 2020.

El alcalde pidió apoyos a los empresarios del país del sol naciente pero por el momento sólo se ha mostrado disponible el propietario de la firma de moda Tod's y del equipo de fútbol Fiorentina, el italiano Diego della Valle, que encabezará la lista de patrocinadores. Con esta petición de fondos privados el alcalde está más cerca de cumplir una vieja promesa, culminar la restauración de este monumento que se encuentra entre los más visitados de la ciudad y en 2007 fue reconocido como una de las siete maravillas del mundo.

Además, esta inversión nace con el objetivo de conservar el patrimonio cultural de la capital italiana para evitar que suceda como en marzo, cuando se desprendió el techo de la Domus Aurea , el "palacio dorado" donde el emperador Nerón vivió sus últimos años de vida, que se levanta a pocos metros del Coliseo.


Artículos relacionados: El Coliseo



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13.4.10

Documentos que cambiaron la historia...


Más info en El Pais



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5.4.10

Adrienne Mayor me dedica una copia de su libro The Poison King



¿Que no sabes quién es Adrienne Mayor?

... Pues aquí te lo explico.


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4.4.10

Una de libros de romanos...

En el diario El Pais se han hecho eco de la reciente eclosión editorial de temática clásica. Aunque se dejan algunos títulos notables, la recipilación de novedades es interesante:

Las águilas vuelan alto

Escipión, Pompeya, los gladiadores, las legiones, el sexo... Los libros sobre Roma proliferan. Este es un recorrido por algunos de los mejores títulos recientes y opiniones de varios de sus autores sobre el auge literario y la fascinación que ejercen los romanos.

Nada mejor para simbolizar el auge de los libros de romanos, que nos ofrecen legiones, césares, bárbaros, gladiadores (¡cómo no!) y hasta una novela sobre la que según su autor acaso sea la primera mujer maltratada documentada en la historia -la esposa de Adriano, Sabina (La emperatriz amarga, de Manuel Francisco Reina, Roca editorial, 2010)-, que empezar por un triunfo, la celebración por excelencia de la victoria en Roma. O mejor, dos triunfos.

Uno es, claro, el merecidísimo de Escipión el Africano en La traición de Roma (2010), el título que cierra la exitosa y monumental trilogía de Santiago Posteguillo sobre el personaje. En un pasaje de la novela, una novela como las dos anteriores llena de episodios sobrecogedores -las cargas de los catafractos sirios y los elefantes del ejército de Antíoco III en Panion y Magnesia, el paseo de Catón tras la batalla de Emporiae rematando guerreros iberos con su gladio, la maldición del rey númida Sífax contra Escipión mientras lo precipitan desde la roca Tarpeya ("¡Malditooooo...!")-, asistimos desde primera fila (privilegios del lector de narrativa histórica) al desfile triunfal del Africanus, vencedor de Zama, un verdadero espectáculo: el general con la cara pintada de rojo en un carro militar, los valerosos legionarios, los cautivos, el botín... el kit completo vamos. "¿Las razones del éxito de mi trilogía? Roma somos nosotros mismos y por eso nunca deja de interesarnos", reflexiona Posteguillo. "En plan reivindicativo déjame decir que ya era hora de que relatásemos la historia de Roma desde aquí: no fuimos precisamente una esquina del imperio. A la gente le ha gustado eso, una novela de romanos escrita por un español. Y escrita con atención a los hechos acaecidos en Hispania; y con un lenguaje asequible, no simplón pero tampoco rebuscado. ¿Licencias? Es una novela, pero cuando pinto a Catón cruel hay que recordar que se jactaba de haber destruido una ciudad ibera por cada día que pasó en Hispania. Y cuando muestro el encuentro legendario entre Escipión y Aníbal en Éfeso lo hago verosímil". Posteguillo avanza que trabaja en otra larga historia de romanos, en época imperial, sobre otro gran personaje.

El segundo triunfo, en realidad un abanico de ellos, una documentadísima historia de esa singular celebración de las victorias bélicas tan importante durante mil años de vida romana, es el del libro de Mary Beard El triunfo romano (2009), en el que la simpática catedrática de Clásicos en Cambridge analiza el fenómeno con la amenidad y profundidad que la caracterizan. El triunfo, del que se realizaron más de trescientos y que se convirtió en el modelo de conmemoración del éxito militar en Occidente, es, nos dice Beard, un elemento fascinante de la cultura romana y que está lejos de haber sido entendido del todo. Por ejemplo, una imagen como la que Postiguillo describe en su novela y que a todos nos suena como la más habitual en un triunfo, la del general victorioso en su carro con un esclavo detrás recordándole su condición mortal, está acreditada sólo en contadísimas ocasiones.

Beard explica en su libro cosas sensacionales: en la colosal celebración de Pompeyo Magno se habría exhibido un busto del propio vencedor realizado enteramente con perlas (Plinio el Viejo, ese cascarrabias, apuntó cáusticamente que el desfile fue "una derrota de la austeridad y un triunfo del lujo"). Entre los soberanos y enemigos destacados obligados a desfilar en algún triunfo ante currum, delante del carro del general, figuran Yugurta y Teutobodo (en los de Mario), Arsínoe -hermana de Cleopatra-, Juba y Vercingetórix (en los de César), Tusnelda, esposa de Arminio (en el de Germánico), Simon Bar Giora (en el de Vespasiano y Tito) o Zenobia (en el de Aureliano): tanta nomina, que diría Tito Livio. En cambio, Lucio Vero tuvo que recurrir a un grupo de actores para representar monarcas en su triunfo porque, pobrecillo, no había apresado ninguno de verdad. Cleopatra se escapó de la humillación gracias a los áspides, así que Octavio hizo desfilar a una estatua de la reina egipcia.

Entre los casos más curiosos que señala Beard está el de Publio Ventidio Baso, que, originario de Piceno, desfiló de niño como prisionero en el triunfo de Pompeyo Estrabón tras la guerra social y después lo hizo ¡como vencedor! en el triunfo que se le dedicó al derrotar a los partos. Si desear demasiado un triunfo -como hace el Escipión Africano de Posteguillo- era sospechoso, también estaba mal visto no quererlo. No obstante se consideró honorable que lo rechazara el cónsul Marco Fabio Vibulano, por el pesar que sentía a causa de la muerte del otro cónsul y de su propio hermano en la campaña en que había obtenido la victoria.

Del triunfo a un aspecto menos sublime del mundo romano: las letrinas. Del asunto de los lavabos en tiempo de los césares, largamente evitado por el mundo académico, se ocupa una obra tan asombrosa como Latrinae et foricae (2009), del arqueólogo Barry Hobson. Pormenorizado estudio con una amplia investigación sobre el terreno (!), el libro explica los diferentes modelos y usos, y explica cosas tan curiosas como que los romanos generalmente evacuaban, con perdón, sin nuestra necesidad de privacidad, y mientras lo hacían podían conversar y atender, ajenos al pudor, los asuntos mundanos. El mobiliario más extendido al efecto eran los retretes públicos conocidos como foricae, largos bancos con múltiples agujeros, que se encuentran en prácticamente todo el mundo romano. El libro, en inglés, recuerda el único caso de un emperador asesinado en una letrina, Heliogábalo, por su -poco delicada, hemos de convenir- guardia pretoriana.

En Pompeya (2009), de la propia Mary Beard, encontramos también información sobre este apremiante tema. En la ciudad sepultada por el Vesubio se han estudiado 195 ejemplos de excusados, y se han investigado los parásitos intestinales hallados en las letrinas (¡qué dura es a veces la arqueología!). Los retretes de las casas se encontraban habitualmente en la cocina y no disponían de puerta. Para limpiarse, los romanos usaban una esponja con mango y es célebre -Beard lo recuerda- la anécdota del prisionero germano que en tiempos de Nerón, antes que ser esclavizado, prefirió ahogarse metiéndose por la garganta dicho instrumento (que en su bárbara inocencia habrá confundido con vete tú a saber qué). Los legionarios en campaña empleaban musgo.

Pompeya es un interesantísimo paseo por la ciudad (esta sí realmente eterna). De lo minúsculo (las lironeras, donde los lirones eran criados como los hámsteres hoy, aunque luego los pompeyanos se los comían salpicados con miel y semillas de amapola, como atestigua el recetario de Apicio) a la estructura urbanística (había calles peatonales) o el clientelismo político y la corrupción, pasando por los sutiles mensajes eróticos ("aquí follé yo", en un grafito) y la omnipresencia iconográfica del falo. Pompeya no es sólo el libro más apasionante e iluminador y entretenido que puede leerse sobre la ciudad (y su catástrofe, cuando el cielo se puso negro a mediodía y los cerebros de la gente agonizante se cocieron en sus cráneos por el efecto del flujo piroclástico) sino que ofrece una revisión sobre la idea misma que tenemos de la urbe enterrada.

Para Beard, Pompeya no es la "ciudad congelada en el tiempo" del tópico, sino "un lugar mucho más intrigante y sugestivo". Una ciudad que aquel día del año 79 no sólo estaba lejos de vivir un momento habitual sino que se enfrentaba a una emergencia: una ciudad en fuga, convulsionada. O sea que cuando la visitas no estás paseando por una ciudad romana normal. En buena medida, advierte la historiadora, Pompeya es una ciudad después de que sus habitantes hicieran el equipaje, echaran la persiana de sus negocios y salieran por piernas (la mayoría se salvaron). Además, en realidad los edificios aparecieron en un estado ruinoso, como si hubieran sido bombardeados (y de hecho buena parte de la ciudad lo fue de verdad luego durante la II Guerra Mundial) y lo que vemos hoy es una reconstrucción. Beard investiga también el tema de los burdeles pompeyanos, y el de los gladiadores ("ídolos de las nenas"), y extrae interesantísimas e imprevistas conclusiones...

"Lo sorprendente con el mundo clásico es que cada generación siente que está descubriendo la antigüedad por primera vez", dice Beard en conversación con este diario. "En los sesenta y setenta fueron extremadamente populares los libros de Michael Grant y Robert Graves, como en el XIX fue Los últimos días de Pompeya, de Bulwer Lytton. El mundo antiguo nunca ha perdido su poder de atraernos, pero cada vez la gente se siente concernida de una manera especial y encuentra cosas distintas y nuevas". Para Beard la novela histórica tiene una capacidad "formidable" de transmitir información. "Los propios romanos ya sabían que la frontera entre historia y ficción es muy borrosa. A menudo la ficción es excelente para devolver la vida al mundo romano y mostrar cómo era. Los libros de Robert Harris sobre Cicerón, por ejemplo, son muy buenos. Y el cine, bueno, Roma ha sido la coartada para alguna burda pornografía, como Calígula, y de hecho durante al menos doscientos años se ha usado la antigüedad como excusa para mostrar carne desnuda, pero hay cosas estupendas, Yo, Claudio, Gladiator. Cuando son buenas, las películas son muy buenas".

Del ensayo regresemos a la novela. Tenemos una auténtica legión de títulos recientes, y valga lo de legión porque la inmensa mayoría se inscriben en un marco bélico. A mí personalmente me ha hecho disfrutar mucho Traición (2009), de Anthony Riches, que trata sobre un joven oficial patricio cuya familia ha sido exterminada por Cómodo y que encuentra refugio en una cohorte auxiliar en el muro de Adriano, en Britania. Personajes muy bien trazados, intrigas, el ambiente rudo y violento de las legiones perfectamente reflejado, combates que te dejan con la boca abierta, y muchos fuerza y honor, que diría nuestro general (y gladiador) favorito, Máximo. Fuego en Oriente (2009), de Harry Sidebottom, la primera entrega de una nueva serie de romanos, una trilogía, que propone Edhasa (por cierto, está a punto de aparecer la nueva novela de la serie de Scarrow sobre el centurión Cato ¡y se titula El gladiador!), nos lleva al otro extremo del imperio y a otra época, menos habitual, el siglo III. "Un periodo del que se sabe tan poco que nadie podrá demostrar que estoy equivocado", bromea el autor, profesor de historia antigua en Oxford. La novela es ágil, emocionante y bien documentada y sobre todo cuenta con un carácter estupendo: Marco Clodio Ballista (sic), el protagonista, un hérulo, un germano, un bárbaro incorporado al ejército romano en el que ha alcanzado la más alta dignidad, dux ripae, y al que envían como comandante a la guerra contra los persas sasánidas. Muchas cosas interesantes: el ruido de la spatha (la espada larga) al entrar en un cuerpo, "como el de cuchillos cortando repollo"; la imagen de los ejércitos de Sapor resplandecientes y amenazantes bajo el sol, con su estandarte de guerra y su poderoso ariete...

Algo más allá, en el siglo IV transcurre la interesantísima La profecía de Jerusalén (Edhasa, 2010) de la historiadora Margarita Torres, que debuta en la novela con este thriller histórico centrado en el general Flavio Teodosio, un célebre y aguerrido militar que fue el padre del emperador Teodosio, nacido en Hispania. Con Gobernador imperial (2010), de George Shipway, regresamos a un escenario (Britania) y un tiempo (el de Nerón) más habituales -sobre todo en los autores británicos-. El protagonista es el general Suetonio Paulino al que el emperador le encomienda consolidar la conquista de la díscola provincia y que deberá enfrentarse con la revuelta de la reina Boadicea. La escena en que el legado desembarca al frente de sus legionarios en la isla de Mona y se enfrenta al horror de los sacrificios humanos de los druidas es de las que no se olvidan. Unas palabras sobre Shipway: es el autor de Lanceros, aventuras en la India colonial, y fue él mismo teniente coronel de la Caballería Real India (se enroló para poder jugar al polo). Sertorio (2009), del portugués Joao Aguilar (autor de Viriato), es una novela bastante convencional, pero tiene el interés de presentar literariamente a alguien tan extraordinario como Quinto Sertorio, el célebre general romano convertido en proscrito por Sila y que agrupó a otros compatriotas y a las tribus hispanas para erigirse en una especie de procónsul rebelde y librar una exitosa guerra de guerrillas contra Roma (¡qué gran aventura!). Parte de la novela está narrada por un amigo griego de Sertorio -un recurso habitual-, otra por uno de sus comandantes y la final por un muchacho lusitano gay, que es el que ha cuidado de la famosa corza blanca de Sertorio.

Una de las grandes novelas de romanos reciente es sin duda Los Idus de marzo (2009), de Valerio Manfredi, que narra en forma de tenso thriller ("¡lo fue!", me dice Manfredi) las 48 horas previas al asesinato de Julio César. La trama se centra especialmente en la peripecia de varios mensajeros, entre ellos el centurión Publio Sextio, que tratan de llegar a tiempo a Roma con información de la conjura para advertir a César -"el águila está en peligro"-. Mientras, este se muestra extrañamente vulnerable, despide a su guardia, intima con sus futuros asesinos, hace oídos sordos a confidentes y arúspices. Manfredi retrata a Marco Antonio como el gran enigma de los idus, recuerda lo que se decía de Bruto ("no sabe lo que quiere pero lo quiere apasionadamente") y orquesta un suspense acongojante: uno incluso llega a creer que César puede salvarse... Entre lo mejor, el consejo de guerra de preparación de la guerra contra los partos, la precisión en los itinerarios de los agentes y contraagentes por la campiña itálica y la imagen del brazo ensangrentado del gran Julio que pende de la camilla. "Roma nos sugiere autocracia y violencia", reflexiona el autor en charla con este diario, "pero sobre todo ciudadanía y ley. Nada más lejos de la verdad que las palabras de Ben-Hur a Mesala: 'Cuando caiga Roma surgirá un grito de alegría en el mundo'; no fue así: Britania incluso pidió el regreso de las legiones. La alternativa fue el caos, la oscuridad. El interés por Roma no pasa, aunque los políticos y los editores olvidan a menudo ese interés de la gente, la fascinación de lo que éramos".

Del magnicidio en Roma a una serie de asesinatos en Tarraco: los que aparecen en El sicario de los idus (precisamente), de la jurista Cristina Teruel (Edhasa, 2009), una primera novela que se lee muy bien. Sin salir de la Tarraconensis, con extensiones a Ilerda y Baétulo, El somni de Tarraco, en catalán, de X. R. Trigo (Edicions 62, 2009) recorre el pasado romano de la actual Cataluña. Añadamos la estupenda Hay luz en casa de Publio Fama (RBA, 2009), de Juan Miñana, historia de periodista avant la lettre (uno de los subrostrani, vendedores de información) en una Barcino más que creíble.

Si hablamos de biografías, hay que destacar Marco Aurelio (2009), de Anthony Birley, un retrato impecable del emperador filósofo, el césar casi perfecto que sólo falló (y Cómo -do-, perdonen el irresistible juego de palabras) en su sucesión y cuyo recuerdo para las nuevas generaciones es inseparable de Gladiator. Birley, al que le gustan Yo, Claudio y el Juliano de Gore Vidal, y ha leído a Lindsey Davis y Fuego en Oriente -¡Sidebottom ha sido pupilo suyo!-, tiene algunas interesantes observaciones que hacer sobre el interés actual por los romanos. "Aunque es cierto que la fascinación por las legiones atrae a mucha gente hacia la antigüedad", dice en unas declaraciones a este diario, "me parece un poco triste que la violencia y la lucha jueguen una parte tan importante en la imagen popular de la antigua Roma".

Un poquito de sexo: Amor y sexualidad en la antigua Roma (2009), del clasicista Alfonso Cuatrecasas, nos explica cosas tan interesantes como que Claudio, aficionado a las prostitutas, llegó a esperar toda una noche por una ramera armenia -eso no salía en la serie de TV- y que el cruel Domiciano gustaba de depilar él mismo a sus concubinas. Correrse en latín es, hay que ver, destillatio o gaudere, y una erección, rigidam habere. Volviendo a los gladiadores, un libro en francés, La mort en face, le dossier gladiateurs (2009), de Éric Teyssier, nos pone al día sobre los luchadores del anfiteatro, con una documentación amplísima, y advierte que nuestra visión sobre el fenómeno de la gladiatura está falseada; no se trataba ni mucho menos de un asunto simplemente cruel y sanguinario sino que estaba sometido a normas y códigos muy precisos, y muy tecnificado. De la seriedad académica de este libro pasemos al humor del simpatiquísimo, pero en absoluto falto de rigor histórico Legionary, the roman soldier's manual (2009), de Philip Matyszak. Este librito indispensable nos introduce en el mundo de las legiones ¡como si los lectores fuéramos a enrolarnos en ellas! Con la excusa de cuál sería la mejor opción, se pasa revista a todas las unidades. También se examinan las ventajas de servir en la caballería, la flota, o los auxiliares; se explica cómo elegir armas, la lucha, los enemigos (cómo distinguir un dacio de un picto)...

Para los que leen alemán, una delikatessen oportuna en este año pos-aniversario de la batalla de Teutoburgo y la clades variana, el desastre de las tres legiones de Quintilio Varo el año 9: Das Limes-Lexicon (2009), un diccionario de términos relacionados con la frontera en Germania. Y si de la lucha con los bárbaros se trata, Furor barbari! (Versátil, 2009), de Francisco Gracia, ofrece interesantísima información de especialista sobre los aspectos militares de celtas y germanos. Finalicemos convenientemente con La caída del imperio romano (2009), del imprescindible Adrian Goldsworthy, un ameno recorrido por el declive de Roma desde el siglo III, ideal para estos tiempos de crisis.

Pero que ello, la caída, no nos haga olvidar a Tíbulo: Roma aeterna. Ya se sabe, Gloria non moritur. Y menos con tantos buenos libros.




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3.4.10

Homenaje a la Semana Santa


Hoy día de Viernes Santo cristianos de todo el mundo celebran una de sus festividades más señaladas, hito central de la Semana Santa. Desde México a Filipinas, pasando por España o Italia, comunidades de creyentes (y no tanto) de todo el planeta se lanzan a las calles a recordar del modo más diverso la Crucifixión y Muerte de Jesús, desde las procesiones solemnes de Andalucía a la liberación de presos en Manila (previo paso por la cruz).

En The Big Picture han recogico unos espléndidos testimonios fotográficos que recogen la diversidad de celebraciones de la Semana Santa alrededor del mundo... como no podía ser de otra manera, os he destacado la celebración que me resulta más cercana, Les Dances de la Mort (Las Danzas de la Muerte) del pueblo gironí de Verges, en el Baix Empordà. Como podreis comprobar en el video siguiente, estas Danzas son una auténtica reliquia medieval.





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1.4.10

5 ideas + 1 para recuperar la confianza

Esta mañana estaba pensando que si los políticos españoles quieren recuperar mi confianza sólo tienen que hacer 5 cositas muy sencillas:
1. Tolerancia 0 con la corrupción política, es decir, delante de casos de choriceo tan obvios como el del Sr. Jaume Matas (no personalizo en el PP, simplemente es el último caso en saltar a la prensa), debería ser el propio partido quien denunciara y se personara ante el juez como parte acusadora. En la misma línea, tolerancia 0 con los tránsfugas: Hoy rojillo, mañana blanquillo… ni hablar.
2. Pactos de Estado para los temas importantes. ¿Cómo puede ser que a estas alturas no haya un Plan contra la Crisis consensuado entre todos los colores políticos? ¿Puede más el interés partidista que el interés del País? Lo mismo aplica a otras cuestiones en estado ruinoso, como la Educación, la Investigación, y otras materias similares que son las que determinarán el futuro de España.
3. Cada uno a lo suyo, especialmente con la Economía. Político a la Política, Economista a la Economía, y Empresario a la Empresa. Quizás deberíamos darnos cuenta de que con la Economía no se juega…
4. Separación real de poderes, no sólo de los 3 clásicos (Legislativo, Ejecutivo y Judicial), sino de todos los Agentes sociales relevantes: Sindicatos, Cultura, Prensa… un poco de Independencia no estaría mal para variar. ¿Me he olvidado hablar del Tribunal Constitucional?
5. Más mesura y menos electoralismo. Ya está bien de crispación, de la utilización partidista de los hechos que afectan a todos los españoles. La triste representación a la que asistimos cada día se asemeja más a un patio de colegio que a otra cosa. El discurso político se ha reducido al “yo grito más”, al “tú también”, y al “yo la tengo más grande”. Ellos mismos tapan su incompetencia con la incompetencia del adversario, y ocultan su ineptitud con la ineptitud del de delante.

No podía acabar esta sencilla lista de 5 recomendaciones sin incluir una sexta, a título muy personal…
6. Dejad Internet en paz de una vez. En serio, que los problemas importantes del pais son otros

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