Un lector del menéame me hace llegar este comentario acerca del post sobre el secuestro de César por los piratas. Dice así:
Uno de mis autores favoritos, Montaigne, dice muy irónicamente sobre César, al que intermitentemente admira:
"Para probar la clemencia de Julio César, decía un escritor latino: «Era tan dulce en sus venganzas que, habiendo forzado a rendirse a unos piratas que le habían hecho prisionero y exigían un rescate por su persona, se limitó a estrangularlos, aunque los amenazara con crucificarlos, lo cual ejecutó, pero después de estrangulados. A Filemón, su secretario, que había querido envenenarle, no lo castigó con dureza alguna, limitose a matarle solamente.» Sin decir quién era el historiador latino que se atreve a considerar como un acto clemente el matar sólo a los que nos ofendieron, fácil es adivinar que estaba contaminado de los repugnantes y horribles ejemplos de crueldad que los tiranos romanos habían puesto en moda."
Me parece sublime el "un acto clemente el matar sólo a los que nos ofendieron", y todo lo demás viene por añadidura.
Me parece que intentar matar a alguien es bastante más que ofenderle. Y también me parece que la muerte rápida es mejor que la tortura interminable, de ahí el "sólo". Además creo que morir estrangulado es más rápido que morir crucificado. Que me corrijan.
ResponderEliminar