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9.7.07

La conquista de Britania

En su Historia Eclesiástica de Inglaterra, escrita hacia el 700 dC, Beda el Venerable nos incluye el relato de la conquista de Britania, iniciada por César y retomada casi un siglo después por Claudio. En su capítulo II nos narra la primera intentona romana, realizada en el 55aC por un César que, no contento con tener abiertos múltiples frentes en la Galia, encuentra un ratito para poner el primer pie en Inglaterra.

La narración de Beda es como sigue...

CAYO JULIO CESAR, EL PRIMER ROMANO QUE VINO A INGLATERRA


Britania no había sido nunca visitada por los romanos, y por tanto era totalmente desconocida por ellos antes de Cayo Julio César quien, en el año 693 tras la fundación de Roma, pero año sesentaavo después de la Encarnación de Nuestro Señor, era Cónsul con Lucio Bíbulo, y mientras guerreaba contra germanos y Galos, que tan sólo estaban divididos por el río Rhin, llegó hasta la provincia de los Morinos, desde la cual el pasaje hacia Britania es más corto. Aquí, habiendo provisionado cerca de 80 navíos de carga y de remos, zarpó hacia Britania, donde, siendo primero duramente recibido en una batalla, y después afrontando una violent tormenta, César perdió una considerable parte de su flota, una cantidad no pequeña de soldados y casi todos sus caballos. De regreso a la Galia, envió a sus legiones a sus cuarteles de Invierno y dió órdenes para que se construyeran seiscientos navíos de ambos tipos. Con ellos pasó otra vez a Britania a comienzos de la Primavera pero, mientras marchaba con un gran ejército hacia el enemigo, los barcos, mal anclados, fueron por una tempestad, bien sacudidos unos contra otros, bien lanzados contra las arenas donde naufragaron. Cuarenta de ellos se perdieron, los demás con mucha dificultad fueron reparados. La caballería de César fue, a la primera carga, vencida por los britones, y su tribuno Labieno, muerto {nota del autor: creo que aquí Beda se deja llevar por el entusiasmo britano, ya que a Labieno lo vemos años más tarde, vivito y coleando, enfrascado en la Guerra entre Pompeyo y César}. En el segundo embite, con gran esfuerzo de sus sus soldados, puso en fuga a los britones. Después procedió hasta el río Támesis, donde una inmensa multitud de enemigos se había hecho fuerte en la orilla más lejana del río, bajo el mando de Casibelauno, y había plagado el lecho del río y sus bajíos con estacas afiladas; los restos de estas aún pueden verse hoy en día, aparentemente del grueso de la pierna de un hombre, y habiendo sido reforzadas con una capa de plomo, todavía permanecen fijas inmóviles en el fondo del río. Entonces, viendo esto y evitándolo los romanos, los bárbaros no se vieron capaces de afrontar un choque frontal contra los romanos y se refugiaron en el bosque, desde donde astutamente lanzaron pequeños y repetidos ataques sobre los romanos. Mientras tanto, la ciudad fortificada de Trinovanto, con su comandante Andrógeo, se rindió a César, dándole cuarenta rehenes. Muchas otras ciudades, siguiendo su ejemplo, acordaron tratados con los romanos. Con su ayuda, César tras largo tiempo consiguió tomar el fuerte de Casibelauno, situado entre dos pantanos, y fortificado por los bosques adyacentes, y se rehabitualló completamente. Después de esto, Désar regresó a la Galia, donde no tardó en enviar a sus legiones a sus cuarteles de Invierno, y rápidamente fue distraído con guerras y tumultos que se alzaron contra él por doquier.
Pues bien, hasta aquí el relato de Beda, que a pesar de ser muy posterior, cuenta con la ventaja de la imparcialidad del que se siente romano y britano al mismo tiempo..

¿QUE SE LE HABIA PERDIDO A CESAR EN BRITANIA?

Lo de César se asemeja bastante al milagro de los panes y los peces, pero en una versión ciertamente más militar. Parece que tuviera la capacidad ilimitada para abrir frentes y despertar enemigos (en mi oficina diríamos que se metía en marrones él solito). Como la historia nos llega muchas veces distorsionada por los años pasados, y por que quien la explica es casi siempre juez y parte, os lanzo unas reflexiones un poco al vuelo, para mejor entender este texto:

César era, desde un punto de vista estratégico, un auténtico depredador, capaz de asumir cualquier esfuerzo bélico con tal de obtener alguna ventaja para sí mismo, ya sea económica o política. En este caso, en mi opinión, la conquista de Britania tenía un doble objetivo, propagandístico el primero y económico (¿cómo no?) el segundo.

Las islas británicas eran, para el romano tardo republicano, un concepto vago y extraño, relacionado con relatos mitológicos. Para entendernos, vendría a ser como el Dorado para los primeros conquistadores españoles, una tierra desconocida y salvaje, pero llena de riquezas. En un momento en que César quería dar un impulso definitivo a su carrera política en Roma, y convertirse en el primer Hombre de la ciudad, llevar a sus tropas hasta tan extremos confines y regresar victorioso, era un eslógan propagandístico imbatible.

Por otro lado, después de unos años guerreando por la Galia, César debía haber escuchado relatos sobre las riquezas del otro lado del Canal de la Mancha, y debía haber visto mercancías y metales preciosos de las minas britanas. Una persona desinteresada y sin apego por el dinero como él no podía mantenerse al margen {nota del autor: es una ironía}

¿PRIMER DESEMBARCO O INTENTONA FRUSTRADA?

Resulta difícil de decir si este primer contacto con Britania tuvo tan sólo un mero carácter exploratorio o si debe considerarse como un intento fallido de invasión. Lo que sí es cierto es que no se reemprenderían los esfuerzos militares hasta casi 100 años después, cuando su remoto descendiente, el emperador Claudio decidió arrimarse la toga y cruzar el Canal de la Mancha con unas cuantas legiones.

Cabe considerar que los 2 intentos cesarianos, el del 55aC y el del 54aC, involucraron un número considerable de tropas: 2 legiones en la primera ocasión, lo cual vendría a implicar unos 10.000 efectivos de infantería pesada, y 5 legiones en la segunda intentona, es decir, unos 25.000 soldados, a los que habría que sumar en ambos casos, un ingente número de tropas auxiliares y de caballería. Parecen unos números excesivos para una simple exploración del terreno, lo cual nos lleva a pensar que, o bien César fracasó en su intento de llegar, ver y vencer en Britania, o que lanzó una operación de castigo sobre las díscolas tribus britanas, a las que sometió y venció, pero sin voluntad de permanencia.


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La nueva forma de entender la historia

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4 comentarios:

  1. Los siguientes extractos, son de Tacito en su obra dedicada a su Suegro, el que debio enfrentar varias rebeliones de los Britanos...

    Los móviles de la guerra eran para ellos su patria, padres y esposas; para los romanos, la codicia y los placeres. Terminarían por retirarse como se retiró el divino Julio con tal de que emulasen el valor de sus mayores. Y no se echaran a temblar por el resultado de una o dos batallas: más ímpetu hay en los amparados por la fortuna, pero más tesón en los abandonados por ella. Hasta los dioses se compadecían de los britanos...

    C. Tácito, Agrícola 15, 3.

    Animándose entre sí con estos argumentos y otros semejantes, emprendieron todos juntos la guerra al mando de Boudicca, mujer de sangre real, pues no hay discriminación entre los sexos para desempeñar funciones de poder. Tras perseguir a los soldados desperdigados por los fuertes y asaltar guarniciones, llegaron a invadir la colonia, por considerarla el foco de su esclavitud: la ira y la victoria no omitieron ninguna especie de crueldad connatural a los bárbaros.
    C. Tácito, Agrícola 16.


    Por supuesto que para Cornelio, todo lo explican la falta de prudencia, pero que interesante el hecho de que surgiera una reina como Boudica...

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  2. Gracias por los textos anexos. Creo que vienen a ampliar el post dando una visión adicional interesante.

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  3. Como siempre es un gusto colaborar un poco con esta gran pagiona, espacio de convergencia para los que apreciamos la Historia Antigua

    Arturo

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  4. Bueno,el primer desembarco anfibio creo que lo ejecuto en La Coruña cuando era pretor.

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