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11.9.07

Lucio Cecilio Metelo Dalmatico, el testimonio de la derrota del bosque de Teotoburgo

En una restauración reciente de un códice medieval de la Abadía de Montserrat, realizada por investigadores del CSIC, se descubrieron fragmentos de lo que parece ser la crónica de la estancia de un joven tribuno militar en tierras germanas a principios del s I dC, el Códex 202314dc o Códex de Lucio Cecilio Metelo Dalmático. La importancia de este palimpsesto radica en que se trata de un testimonio de primera mano de lo que sucedió en los días previos a la tristemente famosa derrota romana del bosque de Teotoburgo, y de cómo este joven militar consiguió retornar milagrosamente a Roma.

Dado que el Códex 202314dc está todavía en estudio, pero una vez confirmada su autenticidad, el Abad de Montserrat ha autorizado a www.historiaclasica.com a publicar los siguientes extractos...

La ilusión de los primeros días

El joven Lucio manifiesta las ansias de gloria de sus primeros pasos en Germania, sazonadas con algún temor por lo que pueda acontecer en tan lejanas tierras:
"Era mi ánimo acompañar a las águilas hasta lo más alejado del Mundo, donde la civilización termina e impera la barbarie. Como mis antepasados, mis pies habían de ser los primeros en pisar esas tierras, mis brazos los primeros en chocar contra el enemigo."
Respecto a Quintilio Varo

Lucio intuye al poco de llegar que el perfil del protegido de Augusto no era el mas idóneo para la misión:
"Tomó al poco malos consejeros, libertos y publicanos, todos ellos poco dados a las cosas de las armas, pero que le asesoraban sobre cómo acrecentar su fortuna en tierras tan desprovistas de civilización pero ricas ellas en hombres susceptibles de ser vendidos como esclavos, oro a la espera de ser sustraido y demás riquezas indignas de su autoridad... Pero el peor de sus consejeros fue sin duda el bárbaro Arminio, hombre taimado y carente de dignidad, que con aspecto de miembro de la clase ecuestre supo ganarse a Varo a base de falsas promesas de dinero y todo tipo de riquezas, alegando representar a las naciones germanas unidas, cosa que sin duda hizo, pero no de la forma que Varo esperaba"
Sobre la preparación de la tropa

Lucio tiene también un momento para el recuerdo triste de los excelentes soldados que integraban las legiones aniquiladas, en este caso la suya, la XIX:
"Los hombres de la Legio XIX eran hombres curtidos en las campañas en la Germania de Druso y Tiberio. Sus escudos habían parado mil golpes del enemigo y sus espadas habían enviudado a miles de germanas y dejado huérfanos a tantos miles hijos de bárbaros. Marchaban veloces, con todo el equipo a cuestas, y ni la nieve ni el frío de aquella tierra maldita podían impedir su avance... Al caer la noche, finalizada la jornada de marcha, y estuvieran en campo romano o territorio enemigo, levantaban el campamento con velocidad y precisión jamás vistas por ojos germanos... cada día construían lo que el pueblo germano no era capaz de levantar en muchas vidas."
Sobre la decisión de entrar en el Bosque

Las palabras de Lucio se tornan sombrías y tétricas a medida que avanza en su relato:
"El legado de la XIX nos reunió a los primeros centuriones y a los tribunos para trasladarnos las órdenes de Varo... se alzaron voces en contra de tan arriesgada maniobra a lo que el legado amenazó a los rebeldes con la degradación sumaria... la pérfida voz del germano sin duda envenenó el juicio del indigno Varo"
Sobre el ataque

Lo que sigue a continuación es la narración cruda y directa de alguien que vivió el ataque germano:
"... comenzaron a caer centenares de dardos del cielo. La espesura del bosque y la escasez de luz impedía localizar al porfiado enemigo... cayeron pocos hombres porque dadas las órdenes pertinentes y tocando las trompas los cornicen el resto formó en orden cerrado usando escudos y cascos como protección... los gritos de los germanos rompían la oscuridad del bosque, que seguía amparándolos... al caer la noche grupos de bárbaros comenzaron a atacar unos aquí otros más allá y aunque muchos fueron víctimas de nuestro acero, fueron más los nuestros que sucumbieron asaetados o atravesados de parte a parte por sus pesadas picas... "

Más adelante continúa:
"... con la llegada de la luz se hizo evidente que el número de los nuestros que yacía muerto sobre la húmeda tierra era mayor de lo que nuestra confianza esperaba... sin quebrarse nuestro ánimo, nuestra voluntad de esistencia se tornó en deseo de escapar de allí... muerto el cornicen... perdida la comunicación con las otras centurias"
Sobre la segunda noche de resistencia romana nos dá este estremecedor detalle:
"Con ánimo de quebrar la moral de los que aún resistíamos, los germanos torturaban a los legionarios capturados de tan horrible modo que estos rogaban a gritos que Júpiter terminara con su sufrimiento... en otro momento y habiendo capturado a nuestro legado que no encontró espada sobre la que lanzarse a tiempo, los bárbaros comenzaron a arrojar por encima de nuestros escudos sus miembros sanguinolentos..."
Sobre su huida

Cómo llegó Lucio a sobrevivir y escapar es algo que nunca sabremos con precisión. Por lo que explica, fue un auténtico descenso a los infiernos durante el cual fue testigo de excepción de los últimos momentos de Publio Quintilio Varo:
"... tras arrastrarme por el barro cubierto de sangre y rotas las ropas por ramas y perdidas mis armas, llegué a un claro enmedio del bosque... entre los arbustos pude ver cómo los últimos de los romanos resistían tenazmente... Varo enmedio de ellos, perdida la mirada... le pidió la espada a su tribuno que junto a los demás le defendía, y con la dignidad que no tuvo en vida se suicidó, arrojándose sobre la hoja de la espada que entrando en su pecho ... un enorme germano avanzó sobre los cadáveres de los nuestros y realizó el mayor de los sacrilegios al aprehender y sustraer nuestros estandartes..."
Su llegada a Roma y su audiencia con Augusto

El tramo final de la odisea que fue su largo retorno a Roma no fue el final de sus penas, que le hubieron de acompañar toda su vida:
"...avergonzado me arrojé a los pies del heredero de César pidiéndole que si consideraba indigno mi retorno me ordenase al punto quitarme mi miserable vida... los escribas anotaron todo cuanto aconteció, mientras Augusto no cesaba de mirarme profundamente y de preguntarme todo tipo de detalles... aclarado el curso de los acontecimientos sobre cómo Varo perdió las tres legiones con su inconsciente proceder fuí conminado por {el nombre no es legible en el Códex} a no emitir juicios sobre una persona tan cercana a Augusto, a lo que el mismo Augusto respondió que mis cicatrices eran phalerae y que soldado tan condecorado no podía ser obligado a callar..."
El resto del texto

Como ya os decía, esto es tan sólo un extracto de la crónica de Lucio Cecilio Metelo Dalmatico, y el texto original promete, cuando sea divulgado y publicado, detalles muy interesantes que nos ayudarán a comprender mejor lo que realmente sucedió aquellos dos días de Septiembre en un lejano y peligroso bosque de Germania.





Este texto es una invención del autor, que espero sirva para comprender de forma un poco más didáctica el tema del post de hoy.


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La nueva forma de entender la historia

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2 comentarios:

  1. ¿Ya no sabes que hacer con tus codices? Cámbialos por algo mayor o mejor o Véndelos en: mayoromejor.com
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  2. ¡Ja ja ja! Ya me parecía a mí...
    Un palimpsesto tan completo, sospechosamente desconocido y tan poco acorde con la "dignitas" romana... Demasiado detallado explicando una derrota.

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